TEORÍA DE LA ENFERMEDAD ÚNICA, DEL DR. E. PICHON-RIVIÈRE (T. E. U.)
Material de la Lic. Cristina Riggio
Quisiera comenzar la exposición dando un panorama general, del
concepto enfermedad. Etimológicamente,
la palabra enfermedad deriva de latín: INFIMUS, que significa falta de
equilibrio, debilidad. O sea, que supone, falta de armonía y de una adecuada
síntesis.
Históricamente, el concepto enfermedad no siempre ha sido
entendido de la misma manera. M.
Foucault, en su libro “Historia de la
locura en la época clásica”, allí, él rastrea como se tomaba la enfermedad en
la edad Media, en el Renacimiento y en la época Clásica.
En la
Edad Media , o sea, antes del siglo XIV al hablarse de
enfermedad, este concepto se acotaba a la lepra. La locura no era una enfermedad sino un
estado de “posesión demoníaca”, producto del pecado y como tal era tratada. En
los siglos XVI y XVII comienza a aparecer la locura como enfermedad en la
producción pictórica. Ejemplo de esto,
es la producción de pintores como Durero, Jerónimo Bosch y Brueghel, donde la
locura aparece representada. (“La nave de los locos”, “La piedra o la cura de la locura”, donde
aparecen médicos y curanderos sacando una piedra del cerebro de un enfermo). En
el siglo XVII, comienza a intentarse comprender la locura desde un lugar
racional. Se define en forma tajante qué
es la salud y qué es la enfermedad, se
toma al loco como el extremo opuesto a la salud y desde allí se lo margina.
Un dato interesante, es el análisis que los griegos habían
efectuado en el siglo V antes de Cristo.
Hipócrates definía la melancolía como un desequilibrio de humores y la
histeria, como un desplazamiento de humores desde el útero por todo el
cuerpo. Es importante la intención de
comprender qué implica este análisis.
Por supuesto, en el medioevo, estos conocimientos fueron censurados y la
locura aparecía interpretada como producto de un hechizo o maldición.
Es en el siglo XIX cuando se comienza a integrar la locura
como una enfermedad. Las explicaciones
científicas pasaban por causas hereditarias, infecciosas, metabólicas que
generaban la enfermedad. El Dr. Kraepelín, distinguía entre los cuadros de
esquizofrenia, melancolía, neurosis obsesiva, histeria, etc. El Dr. Pinel, también psiquiatra, propuso
liberar a los locos de las cadenas con las que se los ataba, diferenciándolos
de los delincuentes. Será el Dr. Sigmund Freud, a fines del siglo pasado, quien
provocará una revolución en la concepción de la enfermedad, pues establece que
la diferencia entre el sano y el enfermo, responde a una diferencia
cuantitativa pero no cualitativa.
Explica el funcionamiento de los fenómenos psicológicos, que opera con
igual mecanismo tanto en los síntomas como en los sueños, los lapsus, los
olvidos, los chistes y la fantasía creadora, pues en todos los casos se
encuentra operando lo que llamó el INCONSCIENTE.
También destaca que no hay límites
tajantes entre lo sano y lo enfermo, pues hay una serie de factores vividos en los
primeros años de vida, que “disponen” al sujeto hacia la salud o hacia la
enfermedad - Establece el concepto de Series Complementarias, retomado
posteriormente por el Dr. Enrique Pichon-Rivière al hablar del Principio de
Policausalidad. Freud, hablará de una
teoría del desarrollo que determina el pasaje por distintas fases (oral, anal,
fálico-uretal y genital). M. Klein,
establecerá el concepto de posición aludiendo a una estructura dinámica que
determina modalidades de relación de objeto, con ansiedades predominantes y
defensas específicas, que operarán a lo largo de la vida.
En su desarrollo de la Teoría de la Enfermedad única,
Pichon-Rivière señala cuatro principios:
Ø
Principio de Policausalidad.
Ø
Principio de Pluralidad Fenoménica.
Ø
Principio de Movilidad de las Estructuras.
Ø Principio de Continuidad
Genética y Funcional
1. Principio de Policausalidad
La génesis de la conducta y sus
posibles desvíos estarían en la articulación sucesiva y evolutiva de distintos
elementos que ya enunciara Freud al hablar de las Series Complementarias. En este proceso configuracional intervienen:
los factores genéticos, hereditarios -aquí Pichon, añade a lo expresado por
Freud, que hay dos aspectos: lo genotípico (o sea, lo que viene dado por la
herencia genética) y lo fenotípico (que serían las experiencias vivenciadas
desde un código biológico, por parte del feto, en el transcurso del
embarazo. Las alternativas del contexto
en que ese embarazo se desarrolla, la significación del mismo para los futuros
padres, las vicisitudes económico-sociales, etc.)- Una vez nacido el niño,
aparecen las experiencias vincularas con el grupo familiar en el cual se
inserta, la calidad del triángulo (padre-madre-hijo) y esa constelación de
experiencias que se viven en los primeros años de vida (los primeros cinco
años), dará lugar a lo que Freud denominó el Factor Disposicional (con qué se
"dispone" interiormente para enfrentar y asumir una conducta en la
vida).
2. Principio de Pluralidad Fenoménica
Este principio se funda en la consideración de que existen
tres áreas de expresión de la conducta: Mente - Cuerpo - Mundo externo.
El hombre como tal, se expresa a través de estas diferentes áreas de su conducta. Puede haber un predominio alternante de alguna de estas áreas. Así por ejemplo: si estamos pensando predominará el área 1 (Mente) o si estarnos transpirando o temblando ante un hecho, predominará el área 2 (Cuerpo). Y si peleamos con alguien, prevalecerá el área 3 (Mundo Externo).
El hombre como tal, se expresa a través de estas diferentes áreas de su conducta. Puede haber un predominio alternante de alguna de estas áreas. Así por ejemplo: si estamos pensando predominará el área 1 (Mente) o si estarnos transpirando o temblando ante un hecho, predominará el área 2 (Cuerpo). Y si peleamos con alguien, prevalecerá el área 3 (Mundo Externo).
Muchas veces, hay mayor compromiso de un área de expresión,
en desmedro de las restantes. Por lo
tanto, se comienza a "rigidizar" la conducta. Aparecen los estereotipos, producto de un
complejo mecanismo de disociación del objeto y proyección de aspectos buenos y
malos en distintas áreas.
Según donde estén localizados los vínculos buenos y malos
dentro de las tres áreas, de allí, surgirá la predominancia constante de una
forma de proceder. Ejemplos: a) La persona esquizoide, tendrá su objeto
perseguidor en el área 3 y el objeto bueno en el área 1 (de allí, su repliegue
y aislamiento). b) Un Melancólico tendrá el objeto malo en el área 1 y el bueno
en el área 3 (por eso siempre se autodescalifica). c) Un hipocondríaco tendrá
el objeto malo en el área 2 y el objeto bueno en el área 3. Estos ejemplos se ligan con el tercer
principio.
3. Principio de Movilidad de las Estructuras
Cuanto mayor plasticidad hay en el sujeto, mayor adaptación
activa a la realidad y más integración en su comportamiento. Cuanto mayor sea
la disociación y menor pluralidad para expresarse en las distintas áreas, con
rigidez y predominio de manifestaciones en un área, se fijará en estilo
estereotipado (paranoico, fóbico, psicopático, esquizoide, melancólico, etc.)
Es bueno, porque da cuenta de la plasticidad de las
estructuras, el que haya pluralidad en las manifestaciones de la conducta. Dicho de otra forma, a mayor integración,
mayor riqueza de expresión de la conducta en las distintas áreas.
4. Principio de Continuidad Genética y Funcional
Aquí estarían las cinco depresiones por las que pasa el
acontecer de nuestra vida. Con este principio, Pichon-Rivière establece un núcleo patogenético central de
naturaleza depresiva, desde el cual surgen todas las tentativas de
desprendimiento de la misma. Las
tentativas se instrumentarían a través de mecanismos de defensas. Este núcleo
patogenético depresivo está dado con el nacimiento. Allí, con el desprendimiento del cuerpo
materno, se produce un corte, la primer pérdida: la Protodepresión. Ante
este corte, y siguiendo los lineamientos de Melanie Klein, Pichon-Rivière dirá
que se instala un primer nivel de organización basado en el mecanismo de
disociación, ante el miedo al ataque que produce esta nueva situación caótica y
desordenada, que significa el salir del útero materno y recibir tantos
estímulos.
Así aparece la posición instrumental patoplástica (posición esquizo-paranoide para M. Klein), caracterizada por un modo de
relación con el objeto parcial y divalente (Bueno o Malo - Pecho y no Cuerpo
total de la figura materna), con un temor predominante: Miedo al ataque
(Ansiedad Paranoide en M. Klein) y un mecanismo de defensa para organizarse,
instrumentarse ante caos: la disociación.
Luego le seguirá un segundo momento
evolutivo, que coincidirá con la madurez neurológica y vincular. Surgirá la posición depresiva caracterizada
por una relación con un objeto total: ambivalente (la madre puede ser buena y
mala según lo satisfaga o no, y ella ya es un cuerpo integrado, no solo un
pecho), con un miedo predominante: miedo a perder al objeto amado por temor a
dañarlo con su bronca (culpa) - Defensa predominante: la reparación.
En este sentido, Pichon-Rivière, seguirá los lineamientos de
los conceptos kleinianos respecto a las posiciones, pero diferenciándose, en el
sentido de no definirlo desde la predominancia de pulsiones preestablecidas,
sino, como producto de una estructura vincular mutuamente modificante y
según el nivel de satisfacción de necesidades y equilibrio en relación a las
mismas, así será la salida o resultante final del sujeto emergente.
Según cómo se resuelve esta segunda posición, que implica
integrar y aceptar la ambivalencia, apuntando a reparar, así será la modalidad a asumirse ante cada momento
depresivo de nuestra vida. Las
posiciones, son formas de posicionarse en el desarrollo de la vida y ante las
perdidas. Serán más reparadoras si logramos superar la posición depresiva
adecuadamente. A veces, ante la culpa de
haber dañado al objeto, se retorna a una posición anterior, y se vuelve a
disociar. Son "instrumentos"
para encarar las sucesivas depresiones que acontecen en la vida.
A la protodepresión del nacimiento, que dará lugar a la
instrumentación de las posiciones nombradas, le seguirá la depresión del
desarrollo que incluirá todo los duelos sucesivos que debemos realizar en
la vida, en este ejercicio de articulación entre el Mundo Interno y el Mundo
Externo, ("el implacable interjuego del hombre y el mundo" dirá
Pichon), se plantea nuevas exigencias, nuevas necesidades (el destete, la
marcha, la escuela, la adolescencia, etc.). El sujeto al verse enfrentado ante
estos cambios, se "instrumentará" más o menos plásticamente, más o
menos integrado según su historia y el momento en el que está.
La depresión desencadenante, puede ser cualquier
duelo de la depresión del desarrollo. O sea, que en el intento de instrumentar
un mecanismo ante la pérdida y el cambio, algo falló. La intención readaptativa no funcionó y
generó fracaso y síntoma (ejemplo: una separación matrimonial, la menarca en
una adolescente, etc.).
La depresión regresional, va en búsqueda de
instrumentos que se usaron en etapas anteriores para "congelar" el
conflicto actual pero que si bien pudieron funcionar allá y entonces, hoy
resultan inapropiados y refuerzan la disociación y el estereotipo, no resuelven
el conflicto.
La depresión iatrogénica, es la que se produce en el
proceso corrector que permiten al sujeto reeditar no solo racionalmente, sino
vivencialmente aspectos históricos no elaborados (punto de fijación
disposicional) y que permitirán romper con el estereotipo, dar lugar a la
readaptación activa a la realidad y por lo tanto, dejar fluir el proceso de reaprendizaje y
apropiación de la creatividad desde la integración de las partes del yo, del
objeto y de la estructura vincular que los incluye, aceptando los límites y las
faltas. Reconociendo la ambivalencia
como parte de ese interjuego.
Principio de Continuidad Genética y Funcional
Las cinco depresiones del proceso
TEORÍA DEL DESARROLLO
|
EL “OTRO”
|
APARATO PSÍQUICO
|
|
FREUD
|
Fases
de la libido:
Oral, Anal, Fálico-
Uretral y Genital
|
Libido
Narcisista
(autoerótico)
No hay otro.
Libido
Objetal
Diferenciación
yo-no yo.
Situación
triangular
|
1º
tópica (1910-1915) Consciente – Preconsciente – Inconsciente.
Series
Complementarias:
lo disposicional.
2º
tópica (1920) Yo – Ello – Superyó.
Pulsión de Vida,
pulsión de muerte.
|
KLEIN
|
Posiciones:
.Esquizo-paranoide
.Depresiva
|
Relaciones
objetales desde el nacimiento.
Yo
rudimentario.
Objeto
parcial – Objeto total.
|
Pulsión
de Vida – Pulsión de Muerte.
Mecanismos
de proyección – introyección.
Posiciones
esquizo-paranoide y depresiva.
|
PICHON
|
Teoría
de
-Principios
de Policausalidad (similar a series complementarias. Diferencia: lo
genotípico de lo fenotípico)
-Pluralidad
fenoménica (áreas: mente-cuerpo-mundo externo)
-Movilidad
de las estructuras.
-Principio
de continuidad genética y funcional.
|
Vínculo
– Nivel relacional bidireccional y mutuamente modificante.
|
El
sujeto emergente de su experiencia concreta de existencia.
Sujeto
de la necesidad.
Constitución del
mundo interno.
Articulación
Mundo Interno-Mundo Externo.
|