Conflicto,
Mediación y Psicología Social Jorge Leoz
"El conflicto es un signo de que existen verdades más amplias y
perspectivas más bellas"
A.N.
Whitehead
La noción de
conflicto es clave y eje central del pensamiento de la Psicología Social. El conflicto
es inherente a la interacción humana.
Conflictos entre los hombres.
Conflictos en y entre las áreas y ámbitos en los que se desarrolla la vida
cotidiana de los seres humanos (individuos, grupos, instituciones,
comunidades). La resolución de los conflictos se refiere tanto a la superación
de los obstáculos que se presentan como a los procesos que implican los caminos
que conducen a la satisfacción de las necesidades: los acuerdos y desacuerdos,
los encuentros y desencuentros, las tareas complementarias, las diferencias y
los juegos de poder, las coincidencias y los objetivos en común, etc.
Cuando
hablamos de conflicto en Psicología Social nos referimos al amplio espectro que
en la interacción e interrelación humana va desde situaciones y cuestiones que
se elaboran con cierta rapidez, casi sin "problema" (aun cuando toda
satisfacción de necesidades es búsqueda, mediatez, y por lo tanto es problema),
hasta situaciones complejas que derivan en complicaciones, antagonismos,
llegando a veces a estereotipias, rigideces o cristalizaciones, cuya
posibilidad de resolución requiere la consulta o intervención de operadores
(terceros) que aporten elementos o instrumentos eficaces para la superación del
conflicto. En este último caso nos estamos refiriendo a situaciones enmarcadas
en lo que Pichón-Riviére señalaría como adaptación pasiva a la realidad.
Dicho de
otro modo, conflicto alude al motor vital del acontecer humano tanto en el
sentido de la adaptación activa como pasiva a la realidad y es una noción clave
para cualquier operador en salud preocupado por los conceptos y criterios que
direccionan su accionar, tanto desde el punto de vista de la Prevención (y sus
distintas formas) como de la Promoción de Salud.
Hablar sobre
la noción de conflicto nos remite a un tema que en estos últimos tiempos esta teniendo
auge: Mediación. La práctica de la mediación está comenzando paulatinamente a
extenderse en nuestro país (especialmente en ámbitos judiciales y de terapia
familiar, y diversas organizaciones). Así también están comenzando a surgir
cursos y seminarios formativos sobre el tema.
Algunos de
estos cursos se realizan en Escuelas de Psicología Social. Entendemos que los
roles psicólogo social y mediador son compatibles y complementarios.
Uno de los
diversos motivos que acerca a estos roles es la noción de conflicto: para la
Mediación también esta es clave y eje de su teoría y metodología. Psicología
Social y Mediación actúan en relación con conflictos interaccionales procurando
la búsqueda de las resoluciones, una y otra requieren operadores formados en
temáticas que hacen a la comprensión de la conducta humana para poder actuar
sobre ella. Esto significa no solo lo actitudinal del operador. Sobre este
último punto las Escuelas de Psicología Social orientadas según la línea y el
pensamiento del Dr. Enrique Pichón-Riviére tienen vasta experiencia.
Dentro de
las líneas existentes en Mediación, la que posiblemente enfatiza mas en lo
actitudinal y en la comprensión psicológica es la que propone Sara Cobb que
desde hace muchos años trabaja en Estados Unidos con un modelo denominado
"circular".
Para Sara
Cobb, mediar no es arbitrar u "ordenar" entre las partes en conflicto
sino ingresar a un sistema (con "tercero" incluido) de búsqueda de
acuerdos mínimos, en el cual se transparente un meta-sistema: la aprehensión de
los mecanismos que permiten la salida o el logro de esos acuerdos. Donde si
bien importa el logro de los acuerdos, también importa el protagonismo de las
partes, y el logro de un aprendizaje mas profundo que es el que las partes
obtengan recursos para aprender a resolver conflictos (deutero-aprendizaje). Si
tuviéramos que pensar articulaciones con la Psicología Social podríamos hacerlo
con la tarea del psicólogo social cuando coopera (co-piensa) para que las
situaciones dilemáticas devengan problemáticas. Mediador y psicólogo social no
solucionan "en el lugar de" sino que se posicionan en la intervención
(etimológicamente un venir entre) para que los polos (o partes) que configuran
la tensión de los conflictos se dialecticen, dialoguen construyendo una nueva
Narrativa (Mediación) o Novela (Psicología Social).
Pero, si
decimos que el conflicto es motor vital en nuestra vida cotidiana porque la
satisfacción de necesidades es siempre búsqueda y mediatez, y por lo tanto
problemática, generadora de tensión, ¿significa esto que siempre necesitaremos
de terceros, de operadores, de mediadores, de psicólogos sociales, de
terapeutas, etc., para andar por la vida? ¿Como responder esta pregunta? Nos
remite a las concepciones, ideologías, mas profundas de nuestra existencia, a
nuestras filosofías de vida en general y en particular a como pensamos la salud
y la salud mental (nuestra salud).
El conflicto
del conflicto es quizás que alcanzamos a visualizarlo cuando no nos queda mas
"remedio" que reconocerlo como tal. El conflicto lo asociamos a la
enfermedad, a lo que no "debería ser" o "estar", a lo que
hay que "suprimir", a lo que hay que curar. Es evidente que nuestra
educación está atravesada por un modelo médico hegemónico que se nos impone en
nuestra interioridad: síntoma-enfermedad-remedio-cura. Hemos aprendido poco a
prevenir, a fortalecer y enriquecer nuestros potenciales para mejorarlos porque
tendemos a creer que lo conflictivo es solo cuando no nos entendemos o malentendemos
con los otros.
Para el
lector esto puede resultar una mezcolanza. Esta mezcla tiene un sentido: la
interacción y vinculación con los otros esta asociada a cómo nos vinculamos con
nosotros mismos (intra e intersubjetividad), somos cuerpo y conducta (la
"y" es de integración y no de disociación). Y una idea acerca del
conflicto diferente a la que utilizamos cotidianamente.
E. De Bono
considera que el problema del conflicto no se encuentra en el conflicto mismo,
sino en las creencias de las personas, dice al respecto: "Las creencias
son muy difíciles de erradicar o alterar. A menudo las personas prefieren
mantener una creencia y no aceptar la evidencia de sus sentidos. El conflicto
surge cuando un sistema de creencias cree que los valores que de el se
desprenden deben ser aplicados en todas partes y adopta como misión hacer que
esto suceda".
Y lo mas
interesante de este autor es su propuesta de dos neologismos. De-conflicción:
sería la disipación o eliminación de los fundamentos de los conflictos. Y la
conflicción: sería establecer, estimular y promover el conflicto.
Si
pensáramos un sentido mas restringido de la noción de conflicto podríamos decir
que conflicto es un choque de creencias o valores o intereses o direcciones. En
este caso la conflicción estaría ligada a todo aquello que precede a ese choque
pero no en una "espontaneidad" del mismo sino a un proceso deliberado
en el que se "construye" el conflicto. La de-confliccion sería la
tarea de desarticulación de los elementos precedentes (fundamentos incluidos)
que generan el choque para derivarlos, ya no a una negociación o acuerdo o
resolución, sino a un proyecto que trasciende hacia una alternativa o
perspectiva nueva y diferente. De Bono, precisamente, habla de proyectos como
la mejor manera de resolver conflictos.
La tarea de
desarticulación como de proyecto, sin embargo, no es una tarea simple, alude a
una complejidad de aspectos. Un "choque" conflictivo no se produce
solamente por diferencias de intereses, sino también porque estas diferencias
son consideradas significativas, y para que sean consideradas de esta manera
requiere, según lo expresa Sara Cobb, de un consenso que es construido por
instituciones y grupos y por lo tanto son resultado de procesos sociales. Según
dicha autora "los conflictos deben ser entendidos como un fenómeno
discursivo, un proceso que involucra la interacción de historias, una
interacción que acaba por ser rotulada como problemática por el sistema en el
interior del cual estas historias son contadas", pero y además los
conflictos son definidos como tal "por el sistema en cuyo interior son
observados". Los profesionales de la práctica de resolución de los
conflictos que ellos median; están, mas bien, activa y paradójicamente
involucrados en la construcción del conflicto como tal".
A modo de
ejemplo: un proceso de mediación puede comenzar con el "aparente"
simple choque de intereses de dos vecinos en conflicto por la medianera de sus
casas para llegar a un trasfondo de base que quizás no era visible, como podría
ser una problemática de discriminación racial o religiosa, que posiciona a las
partes en actitudes "irreconciliables" (Intereses individuales atravesados
o "sobre-cargados" con ideologías producto de procesos sociales). La
intervención del operador no puede prescindir de una revisión de como en el
proceso pueden ponerse en juego sus propios aspectos discriminadores o
prejuiciosos. Las decisiones para un "acuerdo mínimo" van mas allá
del discurso de derechos que puede amparar a cada una de las
partes, sino
que han ingresado en un sistema mas complejo, mas amplio, de fuerte incidencia
en el discurso que obstaculiza la posibilidad de un acuerdo inmediato, ya que
las partes consideran cada cual lógica y legítima su posición (inclusive el
logro de un acuerdo no significa necesariamente resolución del conflicto). La
tarea de conflicción, deconflicción y proyecto se ubicaría no tanto en la
medianera en si (y las cuestiones formales-legales que le corresponden) sino en
la "legitimidad" de las posiciones de las partes, en las intenciones,
en los valores puestos en juego, en el proceso que derivo en el conflicto y en
el juego de las "identificaciones" (circularización). En otras
palabras: en la posibilidad de las partes de comprender lo "depositado"
en la medianera que genere un cambio hacia una "historia"
alternativa.
Para
finalizar este punto, algunas consideraciones:
1)
Pretendí acercarme a la noción de conflicto para abrirlo antes que para
agotarlo. Quedaron en el tintero muchas mas cosas por decir y profundizar
acerca de los conflictos.
2) Este
acercamiento intento ser el punto de partida para otro acercamiento que me
resulta mas importante: El de la Psicología Social y la Mediación. Creo que
sería necesario avanzar en la investigación y profundización de la multiplicidad
de adecuaciones, articulaciones, conceptos de encuentro y desencuentro de ambas
disciplinas, tanto en sus aspectos teóricos como metodológicos y prácticos.
3) Sería
deseable que dicha investigación y profundización acompañe una mayor extensión
de la práctica de la Mediación: que ésta no quede reducida tan solo a los
ámbitos judiciales y terapéuticos y su sistematización en los mismos sino que
se abra a ámbitos institucionales (oficiales, empresariales, comunitarios, etc.
) en donde existen necesidades de mediación en conflictos y también
"mediadores" que trabajan muchas veces más por intuición que por
formación (sin descalificar la intuición sino con la intención de señalar que
formarse es un modo de afirmarse en conocimientos que ya se tienen por
practicas o experiencias realizadas.)
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